Me parece que es una cuestión similar a cuando nos toca decidirnos por qué cosa estudiar en la universidad. Para algunos es fácil, pero para otros no: Yo fui de la 2da población. Nunca supe a ciencia cierta qué quería hacer porque me gustaban cosas pero ninguna me apasionaba de verdad. Sólo sabía que me gustaban los idiomas y la geología, pero que quería algún reto. Algún reto con nombre bonito que me hiciera sentir orgullosa y especial, así que fue por ello que llené mis opciones en el examen de admisión con aquellas carreras que llevaran "Geo" en su nombre. Es una anécdota simpática que siempre comparto con todos porque, si bien no quedé por dicha prueba, fue gracias a una equivocación al escoger Geoquímica que ahora me encuentro allí... Y por suerte no me veo en ningún otro lado. Amo mi carrera, me parece hermosa y no sólo porque tenga un nombre particular y extraño. La amo como no tienen idea. Sí, suelo ser muy vaga y a veces desearía no hacer nada (Nada mas que simplemente dormir), dejar de estudiar y hacer cualquier otra cosa pero en mis momentos de lucidez me doy cuenta de que esto es lo mio. No me veo en otro camino más que este, y lo agradezco así. De hecho no puedo esperar a graduarme y entrar al mercado laborar para ampliar mi experiencia...
Pero entonces sucede que por primera vez a lo largo de este camino en el que ya llevo tres años, encuentro un desvío aterrador. Siento que me empujan de la espalda hacia la bifurcación cuando yo quiero continuar en lo que ya he comenzado, y me aterra. Me doy cuenta de que aunque siempre he sido muy "easy-going" no tengo un futuro definido para mi. Todo lo que creí que obtendría si seguía el "recipe" que me he trazado poco a poco desde que soy pequeña, ya no es certero y pende de un hilo.
La única verdad de mi vida es que me gusta soñar. Me encanta crear mis propias historias, mi propio futuro a partir de "Lo ideal" e ir caminando derechito hacia allá. Siempre he pensado en el "desenlace" como aquel punto al que necesito llegar, sin darme cuenta de que olvido que el recorrido es más importante que eso. Percatarme de mi gran falta me hace sentir mucho mejor, entonces el terror se ve reemplazado por excitación. Tengo que disfrutar de esto, de lo que sé que se viene y de lo que podría venir. La vida es un azar de probabilidades y tengo que vivir con ello porque no queda de otra... Y porque así es divertido.
Veamos dónde nos deja la ruleta para el final del año. Y que sea lo mejor.
Este pensamiento que ha dejado, me recuerda mucho lo que me ha pasado y no he podido evitar asociarlo con lo que me ha pasado: No sé si me equivoqué de carrera o si odio mi escuela. He llegado a un punto en que he empezado a ver mi futuro de otra manera. No me veo como una abogada, me veo más bien como una escritora o como una blogger. Pero no me veo como abogada. Es triste y en el fondo me decepciona. Pero después de tanto pensarlo, he llegado a la conclusión que terminaré la carrera con el fin de tener un título y emprender una búsqueda que me despierte y me diga: "Todo este tiempo te equivocaste, en realidad, amas tu carrera".
ResponderEliminarEn fin. Como dices tú: "Veamos dónde nos deja la ruleta para el final del año".
Nos estamos leyendo, Allen. ♥